Hay algo que se debe hacer respecto de los colores que se usan para las oficinas y espacios públicos, es decir, se pintan y se vuelven a pintar con los colores del partido que gano la elección y de esta forma de manera sútil y subliminal se le hace promoción a tal o cual instituto político, además se obliga de manera tácita al ciudadano a que sea esta su preferencia.
Entonces se tiene que legislar en esta materia e institucionalizar los colores, por que hay algo que ya saben los que llegan al poder pero se les olvida, que ya no son de un partido, sino que su deber es toda la ciudadania incluyendo a quienes abiertamente no votaron por el. De igual forma la burócracia sufre los estragos ya que son señalados como un residuo del gobierno anterior y que no es afin con el actual, se les relega y se les ve con desconfianza, cuando estos son institucionales y trabajan para quién llega.
Claro que seria muy hipocrita que un gobernante niegue su filiación partidista, pero la labor de gobernar requiere muchos sacrificios. Peña Nieto dice que el Presidente no tiene amigo, en lo particular si debe de tenerlos, pero estos deben entender que el que ostenta la voluntad ciudadana no esta sólo para ellos.
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