Mi buen Titirigente
PARTE 2.0
Era prudente y necesario reunir a la
banda, tener a todas las momias juntas para conformar el peligroso y geriátrico
Cartel
Chuniquero, era un reencuentro, el ¡Vuelve a la Vida!, ¡El Carnaval!,
¡La
Fiesta Pues! Un acto desesperado
de rescate, bateadores emergentes… se conformaba así, de facto y a modo, al
modo cochi de siempre el mentado Consejo
Consultivo, que como en
los viejos y rancios tiempos salían a
una misión más, se erigía La Legión
de San Pedro y Santiago. Sólo un detalle, un detallito pequeñito,
que para nadie y menos esta vez pasaría desapercibido. Ya que esta nueva
refriega de Alcohol, Mota y Formol se daba justo en los tiempos preelectorales,
curiosamente, curiosamente como la Equipata, llegaban de golpe y
sopetón.
La discusión era un batidillo y una supuesta tremenda exaltación, se
daba ante una falta de "liderazgo" ¡Fíjate nada más! Resultaba que el sonriente, pasmado y callado Mono
de Lodo se profería así mismo algo como un fatal Haraquiri.
Desprotegido
y desconfiado, mirando de soslayo los moros con tranchetes; después de la
resaca, de la boca seca, de la saliva
pastosa, de esa sensación tan culera, del estallamiento de las ideas, luego de
la guacara… síntomas inequívocos de la guarapeta nocturna anterior… eso que
sólo una botella regordeta y ambarina, forjada en periódico, quizá del diario conocido
como el Sol de Kachanas ¡y claro
pos tenía que ser fría, gélida! Solo eso podría curar los males manifiestos.
Así,
tembloroso en un delirium tremens… ¡con la malilla pues!
Fin de
la
PARTE 2.0
No hay comentarios:
Publicar un comentario